Impresión en 3D
Esta tecnología otorga al usuario el poder para crear objetos que cubran sus necesidades // Autor: Antonio Delgado - www.eroski.es
Las impresoras 3D, orientadas al mercado doméstico y profesional, son una de las tendencias tecnológicas más interesantes de los últimos años. Estos aparatos permiten imprimir objetos físicos con dispositivos que hasta hace poco tiempo solo estaban al alcance de estudios de arquitectura y diseño industrial. Al igual que con la revolución de la informática doméstica, el precio de estas impresoras baja al mismo tiempo que se elevan sus prestaciones. Esto abre un panorama inmenso de oportunidades, tanto para el usuario como para pequeñas empresas y centros de investigación: desde recambios de coche a tejidos humanos para uso sanitario. Las múltiples posibilidades de la impresión 3D se explican en este artículo.
En la actualidad, existen más de veinte modelos de este tipo de impresoras, con un coste entre los 500 y los 4.000 euros, que utilizan distintos métodos para realizar la impresión de objetos en tres dimensiones. Las más habituales usan diferentes plásticos ABS, o biodegradables, y resinas para crear capas de materiales que se funden o ablandan, con el objetivo de formar superficies mediante superposición de estas capas. Las más precisas emplean la inyección de capas de polvo y resina que se pegan entre ellas.
Existen impresoras basadas en proyectos de código abierto, iniciativas comerciales o modelos mixtos. Algunas de ellas han alcanzado un gran éxito gracias a acciones de financiación mediante iniciativas de crowdfunding, es decir, con el dinero aportado por usuarios mecenas a través de Internet
A las puertas de una revolución
La adopción de este tipo de tecnología en entornos domésticos supone toda una revolución, ya que permite que los usuarios puedan llevar a cabo acciones que hasta ahora solo estaban reservadas a procesos industriales y profesionales. De momento, la calidad de estas impresoras se limita a objetos de tamaño medio y sin un gran nivel de precisión, y más para la realización de prototipos que objetos físicos finales.
Sin embargo, el movimiento social y profesional que ha generado la existencia de estos dispositivos ha creado un nuevo mercado que puede transformar la industria y los procesos de fabricación tal y como los hemos conocido hasta ahora. Incluso en la sanidad podría tener repercusiones revolucionarias.
Hoy en día, las impresoras 3D se utilizan para múltiples usos: desde crear piezas de repuesto de otros dispositivos tecnológicos hasta la copia de objetos físicos.
Para ello, hay en la Red algunos repositorios donde los usuarios de estas impresoras pueden descargar los archivos necesarios para crear una copia. Entre ellos destaca Thingiverse, creado por el fabricante de impresoras 3D MakeBot; Turbosquid, que dispone de más de 200.000 modelos en 3D compatibles para la impresión; o Grabcad, que cuenta con más de 74.000 gratuitos para descargar. Otros repositorios donde encontrar modelos de objetos listos para imprimir son Cubehero, Instructables y la categoría de objetos físicos del sitio P2P The Pirate Bay.
Tiendas y aplicaciones en el sector de la moda
También existe un mercado incipiente de venta de objetos creados con impresoras 3D. Son piezas funcionales o decorativas realizados por particulares o pequeños talleres. Entre los sitios para la compraventa de artículos realizados con esas impresoras destacan Shapeways, Ponoko y la web de compraventa de productos de artesanía Etsy.
En este sentido, el sector de la moda es uno de de los primeros en explotar todas las posibilidades de las impresoras 3D. Incluso existen eventos como 3dprintshow sobre la aplicación de esta tecnología en la creación de objetos de diseño.
A pesar de las infinitas oportunidades de la impresión 3D doméstica, su uso no es tan sencillo como con una impresora convencional. En primer lugar, es necesario saber de diseño asistido por computadora (CAD), ya que en muchas ocasiones es necesario editar y modificar los modelos 3D descargados a través de Internet para adaptarlos a las particularidades de cada impresora. Además, según la complejidad del proyecto, también es preciso tener conocimientos básicos en mecánica y ciencia de los materiales.
Aplicaciones en sanidad y alimentación
La impresión de modelos 3D en plástico no es la única posibilidad de este tipo de dispositivos. Entre otros desarrollos, se trabaja en prototipos que permitan desde la fabricación de circuitos eléctricos de bajo coste a tejidos humanos para injertos.
En el área de salud utilizan estas impresoras para la creación de exoesqueletos personalizados, y se estudia el uso para imprimir tejidos de reemplazo mediante la fabricación de nanoestructuras sintéticas que permiten la multiplicación celular. También se investigan las implicaciones de estas impresoras en la fabricación de vasos sanguíneos artificiales.
El mundo de la alimentación, por otro lado, podría incluirse entre los beneficiarios. En España, el cocinero Paco Morales trabaja en el concepto "food printing" , orientado a la impresión de comida mediante el uso de una impresora 3D modificada.
Escobar LA REVISTA Digital
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